Le ciel qui a vu des étoiles

Miguel Rothschild

6 de Septiembre > 31 de Octubre 2008

Las obras de este artista argentino que vive en Berlín tiene todas un tema en común, el cielo: el cielo como paisaje romántico, el cielo como símbolo de las obsesiones y los traumatismos nocturnos. Rothschild utiliza el cielo y sus fenómenos meteorológicos como metáforas que luego desarma.

Dos de las fotografías expuestas presentan noches despejadas que vistas desde lejos despliegan una belleza inconmensurable. Al acercarnos éstas se convierten en cielos-Pesadilla y cielos-Insomnio. El espectador nota que lo que brilla a la distancia son en realidad infinitas cabezas de clavos y alfileres de distinto grosor y tonalidad. Éstos han sido agrupados por el artista de forma tal que coinciden exactamente con cada una de las estrellas.

En una de las fotografías pequeñas el cielo se ve amenazado por dos grandes nubarrones que se enfrentan entre sí – según Rothschild, una Discusión entre Sturm (tormenta) y Drang (ímpetu), un guiño de ojo en el título de la obra que hace alusión al movimiento alemán, en primera línea literario, pero que atañe también a la música y a las artes visuales. El Sturm und Drang alemán precede y da vida al Romanticismo. Al énfasis dramático de su Sturm y de su Drang Rothschild lo ironiza contraponiéndole una lluvia de signos de exclamación extraídos de revistas de cómics.

Recordemos que la tempestad será también un motivo muy valorado por los artistas románticos posteriores. Rothschild, un "homo ludens", la desata a su manera, recortando de cómics innumerables nubes de pensamiento que reorganiza y pega sobre el paisaje

En todos estos trabajos el artista argentino residente en Berlín crea un mundo propio, así también en Big Bang, en donde el origen del universo coincide con el momento en el cual el artista arroja con violencia pintura azul oscura sobre el lienzo. Al mismo tiempo Rothschild depotencia el patetismo inherente a este gesto pegando y distribuyendo estrellas de diversos colores y tamaños, todas con la inscripción NEW, provenientes de folletos que promocionan productos nuevos.

En la obra que da título a la muestra en Bendana-Pinel parece que el artista, cansado de ser él el que siempre pone la otra mejilla, finalmente perdió la paciencia y se decidió a dar la gran trompada.

Al comienzo del film The Messiah Fights Back decide envenenar a una galerista que no comprende su obra ni está de acuerdo con su exhaltada postura romántica. Su torpeza lo lleva sin embargo a beber de la copa equivocada. Al llegar al Paraíso lo recibe Dios en persona, quien se deja guiar por el »nomen est omen« y cree estar dándole la bienvenida al aguerrido Arcángel Miguel, quien según las Escrituras es el único capaz de defender las puertas del Reino de los Cielos. En el transcurso de la película los ángeles pelean contra los demonios, Lucifer, el Rey de las Tinieblas, quiere tentar a Miguel con manzanas, un detective salido de la novela »Un mundo feliz« de Aldous Huxley se pregunta por qué llueve sangre y trata de encontrar la respuesta en los libros Apócrifos, etc...

El film, como los demás trabajos de esta muestra, es un collage, pero también un acercamiento posmoderno al pop y al cómic, una amalgama de tragedia, comedia y fotonovela, un juego con películas de clase b, con clichés y lugares comunes, con estereotipos y citas tanto a la historia del arte como a la obra misma de Miguel Rothschild, quien – sin dejar de sonreir – insiste en dejar plasmada una respuesta melodramática a todas las preguntas relevantes de la existencia humana.

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