Landscapes Beneath

Christiane Pooley

20 de septiembre > 1 de diciembre 2018


Bendana | Pinel Art Contemporain se complace en presentar la segunda exposición individual de « Landscapes Beneath »


Deliberadamente, al representar numerosas vistas de paisajes indeterminados, Christiane Pooley deja que el espectador se acerque y penetre sus lienzos, ella misma se proyecta en ellos sin implicarse del todo. Sin nombrarlo, hacen referencia a su terruño. Los dulces colores que se explayan, los gradientes de tonos que lo mismo reciben francos brochazos como delicados tonos llenos conforman horizontes que apuntan hacia una narración muy abierta, hacia un espacio de proyección amplificado. A partir de sus propias imágenes reales o mentales, la artista, lo mismo enlaza con la historia más global de la gran tradición pictórica, como con los recuerdos de cada uno. Christiane Pooley elabora composiciones que mezclan distintas temporalidades e introduce una distancia que le permite tratar, como si se tratase de una primera capa o de una doble superficie, temas que hablan de todos los desarraigados que conoce el mundo de hoy.


A la vez que practica una inmersión en la pintura, paralelamente, Christiane Pooley desarrolla una reflexión en torno al acto mismo de pintar : ¿qué pintar y para qué? Si bien el paisaje forma parte de los grandes clásicos de la historia del arte, sabe ella desde un principio que “no pinta una imagen sino que pinta la pintura misma”. Ningún razonamiento ilusionista aquí, sino la búsqueda de la permanencia de un equilibrio formal que remite a las ideas de Maurice Denis y que mantiene toda su vigencia para los artistas plásticos de hoy : “Recordar que, antes de ser un caballo de batalla, una mujer desnuda, una anécdota cualquiera, un cuadro es esencialmente una superficie plana cubierta por colores ensamblados según determinado orden”. Christiane Pooley escudriña tanto superficies y materias, como la dicotomía entre el lienzo liso y el volumen de pintura depositado. También trabaja sobre madera y cobre, siempre atenta a la distancia entre la superficie y el contenido. Las materias empleadas desposan tonos tiernos, a menudo verdes y rosados con tonos de la naturaleza y carnales… El recuerdo de su movimiento aparece claramente en el cuadro, como lo atestiguan aquellos brochazos que imponen una dinámica que también puede estirar hacia grandes formatos. Esculca en la pintura para interrogar sus límites. Por lo tanto, su investigación sobre el tema de lo que puede inspirarnos el paisaje nunca termina. “De hecho, para mí, cuando no está cosificado, el paisaje representa un autorretrato”. Nos atreveríamos casi a decir que el paisaje la sosiega a la manera de un entorno familiar. Dice ella : “Veo al cuadro como una escenografía de teatro, por lo tanto, esa proyección a partir de imágenes conservadas en mi retina, aglutina las consideraciones psicológicas las más íntimas”.


Marie Maertens
Octubre 2018


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